Huacachina y Nazca

Sin duda, lo más divertido que nos ha pasado hasta ahora, ha sido Huacachina. Casi sin querer, llegamos a este oasis en medio de un desierto inesperado, a las afueras de la ciudad de Ica y a unas 2 horas de Nazca, el destino inicialmente programado. También ésto fue un acertado consejo de nuestro amigo el alemán Jens, te debemos otra...

Dejando Lima, a unas cinco horas en bus hacia el sur, llegamos a Ica, también a nivel del mar, ciudad con poco encanto y víctima fácil de cualquier terremoto. Pero a 5 minutos en taxi o en motocarro, se llega a Huacachina, qué alegría, qué alboroto, qué sorpresa de lugar remoto... Para empezar, el hostal donde nos quedamos tenía piscina!! que contrastando con el calor pegajoso del viaje, las dunas inmensas que nos envolvían, las palmeras y la cervecita fría, fría, hacían las veces de cualquier lugar paradisíaco de vacaciones. Pero esto no fue lo mejor de todo, ni lo más sorprendente, ni lo más inesperado. Huacachina se elige como destino, fundamentalmente por dos motivos: uno es el relax, la piscina, la barbacoa con barra libre de cerveza que ofertaban todas las noches y la fiesta, mucha fiesta. El otro, que suele ser complementario, es la excursión a las dunas en buggy para hacer sandboarding. Esto sí que fue lo más divertido. Contratamos la excursión en el hostal, así la habitación se abarataba más todavía. Salimos a las 4:30 de la tarde un total de 3 buggies con 7 personas en cada uno de ellos más el conductor. Un buggy es uno de estos coches con ruedas enormes y un montón de hierros recubriendo los asientos, sin techo, ni ventanas. Nos pusimos en la parte de atrás, donde más se bota, y por suerte nos tocó el conductor más loco del lugar, esto es igual a risas y más risas. No puedo decir a qué velocidad íbamos, pero por arena y duna arriba, duna abajo, la sensación era idéntica a estar montados en el vagón de una montaña rusa, pero de una forma totalmente impredecible por el efecto visual de la arena, así que no dejábamos de gritar y reír sin parar... Las vistas en este valle de dunas eran impresionantes y de vez en cuando hacíamos una parada en una duna empinada y aquí llega lo más divertido de todo, el sandboarding! Así que allí estábamos, en lo alto de la duna, tabla en mano y con una parte del cuerpo de corbata... Al principio la gente intentaba tirarse de pie, como surfeando en la arena, pero era bastante difícil y poco divertido. Lo mejor con diferencia, era tirarse tumbado mirando hacia delante, con la sensación maldita de que la tabla nunca va a parar y con esa parte del cuerpo todavía de corbata... Así que duna tras duna, todos los que estábamos allí, nos sentíamos como niños que acaban de descubrir el parque de atracciones...
Y cuando ya estábamos exhaustos de bajar como balas por la arena, con alguna quemadura en los codos por el roce incluida, el camino de vuelta en el buggie no fue menos divertido que el de ida.
Así que la sensación del día fue que, merece mucho la pena ir a Huacachina, qué sitio más divertido. Ahí van dos videos...














Nazca y sus líneas borrosas

Las líneas de Nazca, son unos trazados en la tierra de grandes dimensiones, que viéndolos desde el aire, se pueden apreciar diferentes dibujos de animales: un mono muy gracioso, un colibrí, un cóndor, un perro, una ballena y hasta un astronauta. Mucho se especuló sobre estas líneas en medio de la nada, hasta se llegó a decir que eran pistas de aterrizaje para alienígenas, que ellos las habían realizado y que por eso permanecen intactas con el paso de los años. Hoy se sabe que estas líneas tienen unos 2000 años, y sus autores fueron miembros de la civilización nazca. Con qué finalidad? Se cree que fueron realizadas con motivo de culto, pero como casi todo lo que concierne a las civilizaciones antiguas del Perú, se desconoce o se inventa...

Nosotros las vimos desde arriba, desde un aeroplano de 5 pasajeros, que se movía más que una gelatina con parkinson, y no dejaba de dar vueltas para ver las famosas y desdichadas líneas, por un lado y por el otro... Al borde del vómito, conseguimos verlas todas, aunque hay que decir que, a pesar de lo impresionante del fenómeno, nos las esperábamos más grandes, más nítidas, más cercanas. De cualquier manera, es algo distinto, sorprendente y uno de nuestros objetivos a visitar en Perú, y merece mucho la pena verlas, eso si, biodramina en mano y bolsa de plástico, por siaca...

Comentarios

Eli ha dicho que…
Me parto con el vídeo!!!!
Es tu regalo de comunión, nena?????
Muacs!!!!