De gorilas y de niños

   Si en algún momento me hubiesen preguntado hace tiempo, antes de conocer este continente, si me hubiese gustado una infancia en África...

 ... sin dudarlo habría dicho que no. Son muchas las imágenes desgarradoras de hambruna, desnutrición y enfermedad que inevitablemente vienen a la mente al pensar en África, quién iba a querer nacer aquí? Pero después de haber conocido un poco este mundo, ahora me permito dudarlo. Sí, me habría gustado ser como ellos, con esa magia que tienen, o por lo menos saber la fórmula secreta que les hace únicos y esparcirla por mi entorno y vivir esa aventura de mundo salvaje que les hace peligrosamente libres y felices,  contagiando su alegría a discreción.
Ésa fue mi sensación al salir del colegio-orfanato de Ruhija.

Lo encontramos por casualidad. Pero a Ruhija no llegamos por casualidad....Fueron muchos los correos y llamadas por Skype que meses atrás intercambiamos con Doreen, la encargada de gestionar los permisos para ver gorilas de montaña  en el Bosque impenetrable de Bwindi, en la frontera de Uganda con Rwanda. Y muchos los días, esperando su respuesta, infinitos!  como una cuenta atrás, porque los permisos son muy limitados y los días pasaban sin noticias. Y luego la transferencia desde España, que a Roci casi le cuesta una investigación del fisco y esque,al parecer, Uganda es un paraíso fiscal y las transferencias desde España a parte de remotas son, por lo menos, sospechosas, en los tiempos que corren.  Pero siiii, finalmente los conseguimos!! Mucho más barato que a través de una agencia, aún así, si notais algo raro en las fotos de esta entrada es eso, nos falta un ojo de la cara..Por lo menos el dinero repercute en los gorilas y sus gentes! -piensa una, y se conforma, o no...

Volviendo a lo del cole. Nos lo encontramos por casualidad, paseando por los caminos de Ruhija, un pueblo pequeño que acoge amablemente a los visitantes de Bwindi, el bosque impenetrable y sus Gorilas....Si tienes la suerte de verlos, claro. Tendremos tanta suerte? El ojo ya no lo devuelven! a pesar de que Doreen la de los permisos y yo ya casi seamos íntimas...
Lo de los chimpas puso el listón muy alto, y además nos pilló por sorpresa y eso lo hizo mucho más gratificante. Pero lo de los Gorilas era nuestro objetivo number one!! Tiene que salir bien....sí o sí...o   no?

El colegio alberga a los niños de la zona, algunos de ellos huérfanos. Les vimos en el patio y nos acercamos con timidez, sin querer molestar, pero uno de los profes se acercó al vernos y nos invitó a visitar el cole, les va a hacer mucha ilusión!- dijo. Y éso fue lo que nos transmitieron ipso-facto, los más peques nos cogían de la mano y ya no nos soltaban, los mayores se acercaban y nos enseñaban con orgullo su cole. Pero éste nada tenía que ver con aquel de Kenia que nos dejó buen sabor de boca. Las habitaciones de los nenes desprendían un olor a cuadra e insalubridad que  incomodaba, las clases eran de adobe, con cuatro tablas mal puestas sin respaldo que hacían las veces de pupitres, y el material escolar escaso, casi ausente. Se nos cayó el alma a los pies y no supimos cómo recogerla. Quizás no, ese dinero no repercute en las gentes de Ruhija, o por lo menos no en ellos, los que nunca se quejan, los de la fórmula mágica y la felicidad incomprensible.

Pero ese sinsabor se endulzó rápidamente, cuando al final de la visita nos sorprendieron con un espectáculo de bailes y canciones locales que resulta muy emocionante, cada vez que lo vuelvo a ver...

La mañana siguiente era la del gran día. Estábamos nerviosos como niños el día antes de la excursión del cole al parque de atracciones de Madrid, o la noche de Reyes.

A éso de las 6.30 ya estábamos de pie, con nuestras mejores galas de explorador, que incluyen unos calcetines lo más hortera posible por fuera de los pantalones para que no se cuele nada dentro (y esque Bwindi se las trae), chubasquero, agua y algo de Picnic porque hay grupos que tardan hasta 7 horas en verlos, y otros, ni siquiera los ven..

Después de explicaciones y normas varias, nos dividieron en grupos de 8 personas y nos dispersamos por el bosque acompañados por varios rangers, y esque aquí, si no hay ranger de por medio, no tiene emoción la cosa.
Seremos nosotros? Habremos elegido bien el grupo? O nos iremos a casa sin verlos?

Bajábamos por una ladera empinada penetrando el bosque impenetrable, no había pasado ni media hora cuando alguien dijo algo en voz de alarma. Whaaat? No puede ser...ya? Tan pronto? Están ahí? Nosotros estábamos preparados para sufrir viento y marea! No puede ser tan fácil! El ojo de la cara ausente empezó a regenerarse para poder contemplarles a ellos, nuestros hermanos mayores de espalda plateada y mirada tensa...
El primero era uno de los jefes del clan, y aunque al principio nos pareció pequeño ( y esque king kong ha hecho mucho daño..) al acercarnos la sensación de pequeñez aumenta, pero no en él, en nosotros!! No me lo quiero imaginar erguido y desafiándonos...Pero estaba tranquilo. Los Rangers, a raiz del contacto que tuvo con los gorilas la mítica y admirable Dian Fossey (inmortalizada  en la pelicula Gorilas en la Niebla) que dedicó cuerpo y alma a salvar a esta especie en extinción única en el mundo, se dirigen a ellos con un lenguaje de ruidos guturales que suenan como un carraspeo y avisan que venimos en son de paz. Él nos ignora completamente y nosotros le miramos con prudencia y admiración. No podemos parar de observarle mientras come y lanza alguna que otra flatulencia (ésto también es un clásico) y esque ya lo dice el médico, la verdura da muchos gases! y no es bueno retenerlos...si es con unos cuantos guiris mirando presta más. Hasta que decide subirse a un árbol con una agilidad que nos sorprende y ahí le perdemos... Bueno, ha estado bien. Por lo menos hemos visto uno...Misión cumplida!

Pero no, no acaba ahí la cosa...ésto no ha hecho más que empezar! Ahora es cuando cuento una de las experiencias más intensas en lo que se refiere a "contacto" con animales...
Norma número 1: no te pongas en el camino del gorila. Pero allí estábamos todos, contemplando al segundo gorila que nos observa más que el primero, demasiado cerca, con el permiso del Ranger éso sí,  que nos anima a acercarnos mientras otro desde más lejos se  da cuenta que nos hemos acercado demasiado, pero ya es tarde... El gorila  se empieza a sentir incómodo y decide cambiar de sitio, veo que viene hacia a mí, lento pero firme, cada vez más cerca, nuestro Ranger nos tranquiliza, pero el otro lo ve claro: Charge! Charge! va a cargar!!! Entonces yo también  lo veo claro, viene hacia mi! Pero ya no me atrevo a moverme. Veo como baja la cabeza,ensancha los hombros y acelera el paso a la vez que emite un gruñido y me golpea bruscamente la pierna sin que pueda reaccionar. Ha sido él? O era una mole de hierro? Impresionante..

Simplemente quería que nos apartáramos, pero como estábamos medio lelos pues, ya os aparto yo....
Y yo como una  groupie quinceañera, hoy no me lavo la pierna!
Después de aquello llegó otro de los momentos mas emocionantes, la madre con el bebé agarrado a su pecho, que nos miraba con curiosidad y ternura, imposible no embelesarse...

Luego otro del clan, un espalda plateada joven que busca las mejores ramas que comer. A su lado el del encontronazo, que posa para nosotros y nos mira, imponente.

Otros subidos en los árboles... Hubiéramos estado allí con ellos toda una eternidad si nos hubieran dejado, pero la visita se acababa y los rangers ya nos habían regalado una hora..

Creo que es uno de los mejores regalos que he recibido en mucho tiempo, gracias Ruhija, por tus gorilas y tus niños...

Felices Reyes a todos!!