Cuzco en domingo....

Es curioso vivir una ciudad extranjera durante una semana entera, con su domingo incluído.
Cuzco en domingo se transforma. Se respira un aíre relajado, desinflado de turistas y buscadores de turistas (lo que aquí en tono despectivo denominan “jaladores”) desparasitado en parte, de los mil millones de



taxis tamaño micromachine que deambulan por la ciudad en busca de clientes por 2,50 soles el trayecto (3 sin regateo) a cualquier parte de la ciudad (lo que equivale a unos 70 céntimos de euro). Eso sí, son los auténticos dueños de la ciudad y de los pasos de cebra, que parecen tener un significado inverso en esta más que ciudad pueblo grande... Que no se te ocurra poner el pie en uno de ellos cuando se acerca un taxi por la calle! Te pitarán 3 veces para que no cruces sin hacer ningún amago de parar... Si vas por la acera también te pitan, por si se te ocurre cruzar en ese momento. Simplemente avisan, por si acaso.




Por eso, Cuzco en domingo, se ve más bonito todavía. La Plaza de Armas adquiere un matiz festivo, los lugareños salen a las calles sin el traje de faena, con sus familias, a empaparse de todo lo que la ciudad tiene que ofrecer en el día de descanso. Aparecen mercadillos de los auténticos, orquestas parroquiales, payasos del estilo “el chavo del ocho” que hacen reir a miles de niños en corro, a las puertas del colegio de las ciencias, en la plaza de San Francisco.



Parece increíble lo rápido que nos hemos hecho a esta confortable ciudad. Nos recuerda en sensaciones a la acogedora Amsterdam. El hostal en el que estamos ayuda. Lo regenta una familia de peruanos “de piel blanquita”, como nos dijo una vendedora (la que le vendió a Fer sus actuales botas de montaña, éstas todavía no hablan..). Son gente amable, acogedora y el lugar se llama “la casa de mi abuelo” y con eso lo digo todo. Así que estamos como en casa, hasta solemos decir “vamos a casa” en lugar de al hostal..!



La vida aquí discurre tranquila dentro del barullo que rodea al turista. Y es que no sé si será por la ropa estándar tipo mochilero o por el pelo largo, pero Fer aquí no pasa por cuzqueño, así que tampoco nos libramos del acoso, como mucho, conseguimos esquivarlo, en alguna plazita tipo la bohemia San Blas, a leer un libro, dar un paseo o descubrir nuevos rincones, nuevos “garitos” donde comer por 2 ó 3 soles, un menú de sopa y ají de gallina con bebida incluída, eso sí, del tiempo “no más", que aquí aún no ha llegado el hielo.




La otra opción es la excursión, a una ruina, dos ruinas, tres ruinas : "El valle sagrado".





Algunos sitios son impresionantes, con unas vistas inalcanzables que se pierden entre los Andes. Llaman la atención las construcciones incas, piedra sobre piedra, a cada cual más enorme (hasta 200 toneladas!) imposibles de transportar montaña arriba, sobre todo si desconocían la rueda, unidas entre sí como un rompecabezas de ángulos, sin cemento, sólo con lógica... Los Incas eran un rato listos. Hasta que, como dicen aquí, llegaron los españoles…



De todo lo que hemos visto hasta ahora: Ollantaytambo, Moray, Pisac, Saqsaywaman, Chinchero, puede ser que lo que nos haya cautivado más haya sido Pisac. Quizás porque nos sorprendió en parte, con una escarpada subida de unas 2 horas, sol radiante y disnea continua hasta la asfixia (y es que no acabamos de hacer poliglobulia o qué!), y al llegar casi a la cima con la lengua unas “cuadras” más atrás, se pone a granizar!!!!!!!!!! Lo mejor de todo es que las ruinas no tienen techo… Pero después del chaparrón, todo se ve más bonito, con una neblina transpartente que ensalza la belleza del paisaje, con el arcoiris por allá, gotas de lluvia minúsculas remanentes rebotando en el aire…
Es en definitiva, un lugar lleno de lugares preciosos, acogedor, entrañable y fácil de perderse en él.








Próxima parada "MACHU PICCHU" (dejad de pensar en la serie de Aída…).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ay Sarini... qué bien escribes... y qué bien suena todo lo que cuentas. Besitos gordos (Ruth, la de Canarias, ejem).
Eli ha dicho que…
Ehhhhhhhhhhhhhh!
He abierto justo para decir lo mismo....
Que qué biene escribes, Sarini! Eres tan guapa y tan buenorra que estos encantos literatos los tenías ocultos!!!!!!!!!!!! Jejeje
Mil besitos a los 2.