Con B de Buenos Aires

A ritmo de bus nos deslizamos suavemente hacia el sur, para llegar a la ciudad sudamericana por excelencia, capital de capitales, centro cultural, de ocio y entretenimiento y, en principio, punto “de paso” en nuestra ruta.
Primero, el Gran Buenos Aires, que como su nombre indica, es grande, muy grande. Barrios periféricos se suceden unos tras otros sin solución de continuidad durante decenas de kilómetros, para por fin llegar a Buenos Aires, capital federal, lo que todos entendemos por Buenos Aires, y que viene a ser como unas diez veces Madrid... Y dentro de Buenos Aires, el Microcentro, donde se concentran las calles más importantes, con los atractivos turísticos principales (que si la Casa Rosada, que si la tumba de Evita...), ideal para perderse durante días caminando cuadra arriba, cuadra abajo, siguiendo su perfectamente estructurado entramado de calles.
Reencuentros: de los recuerdos que me vienen de mi infancia en el barrio (Guadalupe), la mayoría están ligadas a la familia argentina con la que vivíamos pared con pared, y a las muchas horas que pasábamos juntos Carlos y yo. Tras muchas vueltas y muchos años, alejamientos e incluso olvidos, él decidió regresar a Argentina, e instalarse en Buenos Aires con Cande, su mujer. Buen momento para hacerle una visita, en principio de cortesía, pero nada más poner un pie en su casa, nos dimos cuenta de que de allí no íbamos a salir tan fácilmente. Para empezar porque directamente nos ofrecieron no el sofá, ni siquiera una habitación, sino toda la casa para nosotros, mientras ellos se instalaban en casa de los suegros, una planta más abajo.Seamos sinceros, la mayoría de la gente cuando ofrece su casa, lo hace con la esperanza de que esa oferta nunca sea aceptada, y así quedar bien. Pero a Carlos y Cande les salía de muy dentro, y allí pasamos una de las mejores temporadas del viaje, comparable a los días de Trujillo con mi familia.
Aprovechamos para pasar un par de días con Cande en el Tigre, ciudad a un par de horas al norte de BsAs, en el delta del río, donde el único medio de transporte es el barco, no hay ningún coche, sólo canales y canoas, no hay agua potable, toda viene de las aguas marrones del río, en un clima subtropical, plagado de mosquitos voraces, con las noches más tranquilas que puedes imaginar y una paz y una relajación que ya vienen siendo costumbre en estos meses. Lo mejor, las charlas con Carlos, hablando de los años perdidos, recordando viejas batallitas, escuchando cómo habla de su hija de pocos meses... Es en esos momentos cuando te das cuenta de que no importa el tiempo que haya pasado ni el que vaya a pasar, que siempre será un verdadero amigo con el que poder contar y cuando lo necesites, allí estará.
Y desde el barrio de Urquiza, a cuatro cuadras de distancia por Miller, llegamos, guiados por el olor a asado, a la casa de la tía Julia, mujer de Antonio, hermano del abuelo de Sara, ahora lamentablemente viuda, y que no se veían desde hacía siete años, en la última visita de los dos a León. Y entre bifes, chorizos, costillas y demás parte de la vaca, Julia nos contaba cómo en su juventud Antonio decidió emigrar a Argentina sin que su familia pudiera convencerlo, cómo se conocieron en la “Casa de León” en Buenos Aires cuando él la sacó a bailar y ella se negó, cómo vivieron los años dorados viajando por Argentina en el colectivo que se compró Antonio y con el que se ganaba la vida, cómo se tuvieron que apretar el cinturón con la quiebra de la empresa y una de las múltiples crisis económicas del país, y con que amor y con que pena nos contaba los momentos previos a perderlo, hace ya más de cinco años, haciendo que reapareciese el famoso nudo en la garganta que últimamente se nos pone por estas latitudes con facilidad. Después de cuarenta años en Argentina, sin haber regresado a España, decidieron hace unos ocho años que ya era hora de reencontrarse con la familia, y durante cinco meses disfrutaron en León y Tejedo, para repetirse al año siguiente durante otros cinco meses. Ganó una familia en España, que se mantendrá siempre. Y es que tía Julia es muy “amorosa”, como ella dice...

Encuentros: otro de los grandes puntos de Buenos Aires ha sido conocer a Julio y Ana, padres de Julieta, resi del hospital, que nos ofreció la casa de sus padres en cuanto se enteró que íbamos a parar en la ciudad. Parecía también la frase típica, pero al momento de conocerlos una buena sensación te recorre el cuerpo, quizás porque son del tipo de personas que cuando te sonríen inevitablemente les devuelves la sonrisa, que cuando te hablan te quedas encandilado escuchándoles, y que cuando te ofrecen algo, sabes dentro de tí que lo ofrecen de corazón. Vamos, gente buena, muy buena. Nada tiene que ver que nos llevaran por toda la ciudad enseñándonos los puntos principales y descubriéndonos algunos de sus secretos, que nos llevaran a comer uno de los mejores bifes que hemos probado en nuestra vida, o que nos regalasen una maravillosa tarde soleada de sábado navegando por el Río de la Plata en su pequeño velero.

Y así pasamos nuestros días en Buenos Aires, con la sensación de estar en casa, pero de verdad, seguramente por el parecido con Madrid, y por poder compartirla con familia y amigos. Pero no os creáis, también hubo Obelisco, Casa Rosada, tumba de Evita, calle Florida, Corrientes, Caminito, Puerto Madero, Palermo Viejo, Palermo Soho y demás palermos, Recoleta, 9 de Julio, tango en San Telmo, Quilmes, mate, dulce de leche, alfajores, y mil cosas más que sólo se pueden comprender si uno ha estado por acá.










Comentarios

Eli ha dicho que…
Muy emocionante éste episodio, eh?
Estoy casi igual de enganchada al blog que a Prison Break...
Mil besitos a los 2
Anónimo ha dicho que…
soy jorgito tu primete: q bueno lo d la tia julia sarita je je je xa se ve q os lo tais pasand muy bien ehhhhhhh? bueno pues hablando de personas mayores nosotros estamoas celebrando el cumple de nuestra abuelita idalina que aunque ya pasó ya sabes como somos... os estaremos siguiendo
Jorge ha dicho que…
x cierto dice mi madre que estas muy flacucha que tienes que comer más... jeje ahhhh se me olvidaba decirte que aquií en galicia gano el "pp" por mayoría absoluta. !!!FEIJÓO PRESIDENTE!!!!