Kiwi Experience

Salimos de la Polinesia con las ilusiones renovadas, en parte por haber recuperado nuestros documentos y en parte por visitar lo que hasta no hace mucho sólo conocíamos porque eran nuestras antípodas, hogar de un ave extraña con nombre de fruta, o “esa isla al lado de Australia”. Así que, con nuestros equipajes algo más ligeros (en peso y en dinero), nos montamos en un avión que, como si del triángulo de las Bermudas se tratara, hizo que desapareciera un día entero del calendario. Es lo que tiene atravesar la zona horaria donde se supera el límite de las 12 horas de diferencia. Lo curioso tiene que ser experimentarlo en el otro sentido, y sentirte como Bill Murray atrapado en el día de la marmota, despertándote dos veces seguidas en el mismo día.

La llegada a Nueva Zelanda supuso un cambio radical en nuestro viaje. Si bien continuábamos en el mundo polinesio, este país ha sabido mezclar en menos de 200 años la tecnología de occidente, con el carácter polinesio, el nivel de vida del norte de Europa y una conservación de la naturaleza en estado salvaje impecable.
Nada más pisar el aeropuerto ya se nota la diferencia: desde el centro de información puedes llamar gratis a los alojamientos, alquilar un coche y que te lo lleven allí mismo y saturarte con los cientos de folletos de información, descuentos y propaganda gratuita que hay por todos lados.
Nosotros decidimos pasar unos días en Auckland, en la isla norte, para luego volar a la isla sur donde nos esperaban Javi y Kelly en Christchurch y desde donde organizaríamos todo el viaje por el país.

Auckland tiene tanto (o tan poco) interés como cualquier ciudad occidental, con una zona céntrica de negocios con rascacielos, un puerto marítimo donde los yates de los ricos se amontonan, y una periferia llena de chalets donde vive la mayoría de la gente. Lo curioso fue darnos cuenta de que la población no era exactamente como nos esperábamos. Cuando piensas en Nueva Zelanda, te vienen a la mente gente rubia occidental. Pues nada de eso. En los últimos años la población oriental está creciendo tantísimo, que ya no son una minoría, y es más fácil ver a un coreano que a un maorí, y los negocios asiáticos proliferan más rápido que los chinos en Lavapiés.


Dedicamos un par de días para hacer algunas compras, entre ellas nuestra nueva cámara (ya era hora, que casi nos ha venido bien que nos la robaran...) y un elemento que se convirtió en esencial durante nuestro viaje: una caña de pescar!!! Sí, sí, gracias a un francés que conocimos en Tahiti, y que venía de Nueva Zelanda y que nos contó las maravillas de la pesca en este país, nos lanzamos a ver si picaba algo, después de recibir una clase-express para aprender a utilizarla, y que hacer después con el pescado.

Y así aterrizamos en Christchurch, en al isla sur, donde utilizamos como base la casa de Javi y Kelly, amigos de Sarina y Dani, amigos de Sara, y que nos ayudaron en todo, aconsejándonos sobre posibles itinerarios y con la reserva del coche. La decisión fue dura: coche o caravana???? Mucha gente se decide por la caravana, por la cosa de la libertad y la experiencia. Optamos por el coche por varias razones, entre ellas que nos costase sólo 7 euros al día!! Por fin teníamos nuestro Toyota Sprinter del 96, automático y con nada menos que 200000 km!! Y con el volante a la derecha!!
Ya podemos empezar otra aventura!!





Comentarios

Johnrock'andmore ha dicho que…
Precisamente ayer recibí una postal que me mandó un amigo desde la isla de Pascua. Aunque preguntaba que cómo seguían por aquí las cosas, no creo que sea porque las echase de menos aunque supongo que nadie está exento de tener un poquito de morriña y pensar en cómo se estará ahora an la UPA...
Fernando, si por casualidad te lo encuentras por ahí, dile que el honor de trabajar con él fue mío.
Me alegra ver que, después de las aventuras de los últimos días, habéis vuelto a la seguridad de Occidente. se ve que ya estoy mayor para pensar en un viaje así.
Esperamos los siguientes post que leeremos en la sala A.
Un abrazo.
Juan
El Creador ha dicho que…
Dr A, dejemoslo en tablas.
Ojala algun dia podamos hacer el desempate de honores!!!