Jambo Kenya!!!

Ya habéis calentado todos? Pues allá vamos!
Esta nueva etapa comienza un miércoles 30 de agosto a las ocho de la mañana, hora en la que nuestro ángel particular Juanjo nos deja en el aeropuerto, después de ayudarnos durante estas últimas semanas con la mudanza y lo que se tercie y acogernos en su-mi casa la última noche. Y es que, a pesar de que haya usurpado mi sitio en la mesa, lo queremos mucho. Esperamos con entusiasmo la reagrupación familiar desde Valencia en breve.
Y de paso le he ahorrado unas cuantas lágrimas a mi madre, aunque ya derramó alguna en Santiago.


Con la mochila a cuestas (sí,  a pesar de la edad nos seguimos considerando mochileros...) nos adentramos en la terminal con la mirada perdida en los inmensos paneles intentando encontrar nuestra primera parada: Nairobi, Kenia.
Como un flashback, busco en mi memoria el momento en el que elegimos esta zona de África como destino.
Tengo que confesarlo, todo es gracias a la insistencia de Sara.
Es verdad que es uno de los grandes lugares del mundo que nos faltaba por visitar pero, seamos sinceros, siempre he tenido sentimientos encontrados respecto a África. Y no me refiero a países del norte de África que ya conocemos como Marruecos, Túnez o incluso Egipto, ni siquiera considerados como países africanos por los propios "subsaharianos", sino al África negra (sí,  negra, que nadie se ofenda, que ahora con las redes sociales igual acabamos entre rejas).
Esa África que conocemos sólo por la televisión y las películas. Ah, y porque hay muchos africanos viviendo entre nosotros que un día lo dejaron todo, muchos perdieron familiares y amigos en alguno de los botes ruinosos que cruzan el Mediterráneo o el Atlántico, huyendo de la guerra, el hambre y una muerte segura, pagando tremendos dinerales a gentuza que comercia con ellos, simplemente para intentar sobrevivir en el que llamamos primer mundo, y a los que nos permitimos mirar por encima del hombro,  con recelo e incluso miedo, juzgándoles y deseando que se vuelvan a su país para que dejen de quitarnos el trabajo y consumir nuestros recursos de sanidad antes de que nos ataquen con cuchillos o irrumpan con una furgoneta por nuestras calles. Por suerte eso casi siempre se soluciona cambiando de canal y poniendo Sálvame Deluxe...
La imagen que se nos transmite es de países fallidos donde la vida no vale ni un duro, dictaduras militares sanguinarias que gobiernan con puño de hierro gracias al apoyo de las grandes potencias occidentales que expolian sus riquezas, guerras civiles, grupos terroristas, "democracias" con un índice de corrupción que, aunque no os lo creáis,  es mayor que el de España,  enfermedades mortales contagiosas, pobreza, miseria...
Quizás debería dejar de ver películas como Diamantes de sangre, Hotel Ruanda o El ultimo rey de Escocia.
Porque también está Memorias de África,  Gorilas en la niebla... Bueno, mejor dejarse de películas, y es que hoy en día es muy fácil comprobar que las cosas no siempre son como nos las cuentan. Cierto es que hay regiones más peligrosas que otras, y que en algunos países hay conflictos armados, pero con una pequeña planificación y sentido común,  no debería haber más riesgo que en otras zonas del mundo. Y si no, pensad en las Ramblas o en Cambrills...
Y después de este rollo, que tenía como objetivo creo que tranquilizar a nuestras familias (no lo he conseguido, ¿verdad?) volvemos al aeropuerto.
Partimos con escala en Casablanca y llegamos de madrugada a Nairobi, donde por suerte nos estaban esperando para trasladarnos al hotel donde pasariamos la primera noche. Se portaron tan bien que incluso nos dejaron dormir esa noche en la habitación a pesar de que habíamos reservado para el día siguiente. Teníamos un poco de incertidumbre sobre la situación,  ya que hubo elecciones el día ocho de agosto que ganó el actual presidente bajo la sospecha de amaño, lo que provocó algunas revueltas con varios muertos según las fuentes oficiales,  pero según la oposición esa cifra ascendía a unos cien, todos en las zonas más deprimidas como Kibera, el mayor poblado de chabolas.
Como siempre, las zonas más turísticas no se vieron afectadas. Poco hicimos en Nairobi, a parte de encontrar algún restaurante barato donde tener un primer contacto con la gente y comida local y gestionar el coche que íbamos a alquilar para los siguientes días de safari en el Masai Mara.


Para más tensión, justo esa mañana un tribunal decidía si anulaban las elecciones por fraude o ratificaba la victoria del actual presidente. Si se daba la segunda opción la oposición había asegurado movilizaciones, lo que supondría revueltas y un posible colapso de la capital. Por suerte decidieron que se tienen que repetir las elecciones y todo tranquilo. Después de duras negociaciones y comprobar que aquí en África cinco minutos pueden ser varias horas, conseguimos un Toyota Rav4 cascado que nos acompañará durante la próxima semana.



Ya estamos listos para otra aventura!!

Comentarios

BVB ha dicho que…
Empieza genial el blog,Fer!! África debe de ser apasionante: gran elección, Sara!
Os leemos con los dientes largos imaginando el recorrido, y con ganas de que llegue la siguiente entrada. Seguid disfrutando!!