Un paréntesis solidario

Hoy vamos a hacer un breve alto en el camino para contaros una precuela, un evento que sucedió poco antes de comenzar este viaje...





Nunca he sido muy altruista, la verdad. Cuando salgo del metro y veo a los voluntarios de UNICEF me meto otra vez y voy por otra salida. A los de Médicos sin Fronteras les cuento milongas sobre lo mucho que trabajo de médico en mi día a día y lo mal que me pagan, a los que venden lotería solidaria en el hospi los driblo como hacía El Buitre (sí, soy madridista) aunque me hagan un tres para uno. Por no hablar de la socorrida conversación ficticia con móvil apagado que puede con cualquiera. Ni siquiera la perpetua presencia de los boletines de Misioneros Combonianos que rondaban por mi casa durante mi infancia estimularon en mí ese sentimiento. Y ni mencionar donar sangre, que me mareo sólo de pensarlo!.
Pero había una cosa que llevaba dándole vueltas desde hacía un tiempo, algo que supondría un gran cambio en mi vida, y que podría hacer que la de otra persona fuera un poquitín mejor. Y sin costar nada ni ser doloroso (físicamente), sólo era necesario un poco de valor y decisión.
Ya sabéis cómo va esto del blog: hay que crear expectación. Aunque luego no sea para tanto, las historias hay que aderezarlas para que todos las disfrutemos más!
Por desgracia, día sí y día también los que nos dedicamos a la salud, paradójicamente, vemos los estragos que hace la enfermedad en las personas, a nivel físico, psicológico, social, afectivo, etc... Yo por mi parte, algo les he podido aportar en estos años sobre todo a nivel físico,  pero lo más reconfortante es cuando puedes dedicar unos minutos a hablar con ellos, escucharles, a veces ni siquiera es necesario decir nada, cogerles la mano o darles un abrazo cuando salen de la consulta. Eso les ayuda seguramente más que una pastilla cada ocho horas...
Con el actual sistema de Urgencias hospitalarias de nuestra querida Sanidad, dedicar ese tiempo es una quimera, más aún cuando lo que importa a los que deciden son los números,  y mucho menos las personas.
Si hay una enfermedad terrible en ese sentido, es sin duda el cáncer. Ya no sólo por la enfermedad en sí,  sino por los efectos adversos que producen algunos de los tratamientos. Hoy en día ninguno nos libramos de haber tenido algún caso directo, unos lo habrán superado, otros por desgracia no y otros siguen luchando, a los que les mandamos todo nuestra fuerza y apoyo.
Cuando te dicen que tienes una enfermedad grave es muy jodido, pero la mayoría de las veces puede quedar para tí y tu entorno más cercano. La cosa se complica cuando, debido a un tratamiento como puede ser la quimioterapia, los efectos secundarios pasan a ser visibles para el resto, pudiendo estigmatizar a esa persona: "mira, pobre, la del cáncer,  y encima calva". Como si luchar contra la enfermedad no fuera suficiente, se tienen que enfrentar a los prejuicios de muchos ignorantes, como si desprendieran el olor a muerte o fuera contagioso.
Ya sea por ocultar esos efectos secundarios, o por volver a sentirse bien físicamente  (y por consiguiente anímicamente) con ellos mismos, muchos recurren a profesionales y voluntarios que les ayudan de muchas formas, desde clases de maquillaje para pacientes con alteraciones de la piel o el vello tras la quimio, prótesis en aquellos casos en los que hayan tenido que ser sometidos a alguna cirugía  (pabellón auricular, nariz, ...), pelucas, por no hablar de la cirugía de reconstrucción de mama tras mastectomía, financiada por la SS.
Aquí es donde aporto mi pequeño granito de arena. Una asociación llamó mi atención y, más concretamente,  una buena señora de Aluche llamada Alicia Carreira, que, por mis características físicas,  me iba como anillo al dedo.....
Ya muchos habréis deducido de qué va la historia a pesar de que llevo diez minutos mareando la perdiz....
Alicia, y la asociación con la que colabora,  atiende a mujeres con cáncer sometidas a quimioterapia que, por desgracia, han perdido el pelo, y les ayudan a recuperar su imagen gracias a las pelucas de pelo natural confeccionadas a partir de cabelleras de donantes. Vivos...
Así que no lo pensé dos veces (dos veces al día durante varias semanas....) y me dispuse a entrar por primera vez en mi vida en una peluquería!!!!.




Sí, qué pasa,  era la primera vez,  por lo menos la primera que yo recuerdo, a no ser que mi madre diga lo contrario. Y dije una frase que siempre quise decir: "córtemelo como Justin Bieber!!". Es broma, claro, yo soy más de Gemeliers...



Resulta curioso que, con un simple corte de tijera, se pueda ayudar a que alguien que lo ha pasado y lo está pasando tan mal, recupere la sonrisa y algo de normalidad en su vida. Sólo por imaginarlo ya merece la pena... Los 50 cm mejor aprovechados de mi vida...


Después de casi doce años digo adiós a mi melena, que durante este tiempo pasó de tremenda cola de caballo negro azabache a coletilla con moderada cantidad de canas. Y es que los años pasan factura a todos, por suerte no tanto como a otros cuyos nombres no diré aquí,  y he podido comprobar que todavía tengo bastante margen hasta necesitar un apaño a lo Simeone.
Os animo a ser altruistas, a donar, aunque sea el pelo, que vuelve a crecer! Acercaros a una peluquería solidaria o mejor aún,  id a hacer una visita a Alicia Carreira que, a parte de una gran peluquera, es una mujer muy maja!!
Y pensad que, incluso las cosas que a vosotros os parezcan insignificantes,  para otros pueden suponer un mundo...



Comentarios

MAB ha dicho que…
Eres un tipo genia!!
Marieta ha dicho que…
...Sin palabras. ..no se si voy a poder soportar esta montaña rusa de emociones! Y esto es solo el inicio del camino.Sois grandes! ��
UNA HIJA DE DIOS PADRE ha dicho que…
Y pensar que pensaba que era Sara la que había donado su pelo....VAYA SURPRISE! FER: ESTÁS GUAPÍSIMO!
silmordi ha dicho que…
Madre mía Fernando,nunca lo hubiera imaginado....aplaudo tu decisión.Te felicito


Ruthie ha dicho que…
Q full!! Yo hice lo mismo hace 10 días!!
Pero yo solo 23cm.. ese súper-coleta tuya es insuperable!!
Seguir disfrutando.
Abrazo grand a ambos
navalSalo ha dicho que…
Me ha emocionado mucho. Has conseguido sorprenderme. No me lo esperaba. Una decisión muy generosa. Enhorabuena!!. Un abrazo. Salomé