Swahili quiere decir "de la costa"

A Lamu llegamos por aire  por varias razones....

Desde Junio de este año, el  famoso tren lunático que unía  Nairobi y Mombasa, la segunda ciudad de Kenia, ha sido sustituido por un tren chino express que se ventila el recorrido en la mitad de tiempo, 5 horas. Pero con él se va el romanticismo que envolvía al viaje y el encanto del recorrido y sus paisajes atravesando el parque Tsavo que buscaban muchos viajeros . Así  que, probablemente, hayan ganado en velocidad y perdido en belleza y éso nos echó un poco para atrás. Además, los billetes todavía no se pueden comprar por Internet y había que ir a la estación que está bastante lejos y con poca probabilidad de que hubiera tren para el día siguiente ya que está muy demandado. Luego, una vez en Mombasa, tendríamos que coger un autobús de unas 10 horas por un trayecto digamos complicado. Así que, teniendo en cuenta que el viaje en sí no prometía mucho y que los vuelos están tirados de precio, nos decantamos por el avión.

Lamu es un archipiélago situado al noroeste de Kenia, próximo a la frontera con Somalia, cuyo turismo todavía sufre las consecuencias de un atentado terrorista en 2014 perpetrado por la facción somalí de Al Qaeda, aunque realmente no fue en Lamu, sino a unos 40 km.

Nada más poner un pie en Lamu parece que hemos cambiado de país. Algunos dicen que Lamu pueblo (Amu), es una mezcla entre Casablanca y Venecia, pero sin góndolas y en lugar de palomas, burros llenan sus calles estrechas, laberínticas.




Pasear por Lamu es un espectáculo en sí. Cruzarte con sus gentes diversas e intercambiar un hola qué tal, bienvenidos, jambo, salaam alaykum  como en cualquier pequeño pueblo de un lugar remoto es todo un entretenimiento.




Pero lo mejor de todo son los niños que te buscan con la mirada expectantes, te siguen y te persiguen, te sonríen, te enamoran... sólo para que les saludes, con éso ya se van satisfechos, alguno hasta vino corriendo a abrazarnos!


Una vez nos dijo una madre de un niño de unos meses que estaba sentada a nuestro lado, con mas bien poca credibilidad, que pensaba que estaba asustado porque era la primera vez que veía a un blanco! Qué curioso comentario, me dio qué pensar... las mujeres tristemente ocupan un lugar secundario en la vida social de Lamu, y siguen relegadas a los quehaceres domésticos y la crianza de los hijos, aunque las pocas que hemos tenido la oportunidad de conocer son sencillamente encantadoras.

Lamu, a diferencia del resto de Kenia es fundamentalmente musulmana, por lo que el mestizaje de culturas se hace notar. También se hacen notar sus mezquitas y sus llamadas a la oración que se cuelan en las sábanas en mitad de la noche y recuerdan a las noches marroquíes. Es la más antigua y mejor conservada ciudad swahili del África oriental. Sus fachadas coralinas, sus arcos de medio punto y sus majestuosas puertas de madera de manglar talladas a mano hacen de Lamu un paraje inolvidable, la joya mejor guardada de Kenia.





Pero la escasez de turistas hace que te pongas en el punto de mira de los cazaturistas, que intentan buscarte un hotel, un paseo en barco, una visita guiada y yo qué sé cuántas cosas más y es que cualquier excusa es buena para empezar una conversación y acabar ofreciéndote el mejor y más barato chollo de última hora, hasta el agotamiento....



La primera noche nos quedamos en una guest house regentada por un alemán viajero que por alguna razón desconocida  fue a asentarse aquí. Nos habló de los mejores sitios para comer pescado y marisco, los puestos callejeros de samosas de pescado (exquisitas), los zumos de naranja, los arroces, el pollo tika y un sinfín de detalles por descubrir.

La segunda noche nos cambiamos a una guest house enfrente del mar, en primera línea, junto al embarcadero,  todo un acierto.


Pero lo mejor vino después, cuando decidimos ir a Shella, la zona de playa de Lamu....

Volviendo atrás, en el aeropuerto al llegar habíamos conocido a Babu, un lugareño moderno y emprendedor, viajero y viajado que se había ofrecido a compartir el taxi hasta la playa, pero como nosotros íbamos al pueblo se conformó con dejarnos su móvil por si nos podría ayudar con el alojamiento una vez en Shella.  Y tanto que nos ayudó! Nos tenía preparada la parte de arriba de su casa de cuatro plantas, lo que hace las veces de un dúplex de lo más moderno, todo abierto con su terraza tipo chill out, que normalmente alquila a familias, y allí nos quedamos... por la mitad de precio! y cuando se enteró de que nuestro viaje era largo, algo le removió por dentro y nos regaló una noche gratis!! Éste sí ha sido un hogar en Kenia...gracias Babu!



Shella es un lugar tranquilo, con calles de arena y muchos burros, colegio medio al aire libre y gente tranquila y amigable, ideal para recargar pilas, ir andando hasta la playa descalzos y perderse en sus infinitas playas de arena harinosa y océano esmeralda....







Es asombroso y desgarrador ver cómo un lugar así, que hasta Obama lo tiene entre sus preferidos, vive de espaldas a un turismo ingenuo y aborregado por la injusticia de un entorno político y militar inoportuno... Sus habitantes lo saben y viven abnegados, con sus puertas y sus corazones abiertos y sus hoteles vacíos, en calma, en paz, esperando a unos turistas que nunca llegan...

Comentarios

Noa del Olmo ha dicho que…
Impresionantemente bonito e impresionante es la envidia que me dais.

Un abrazo grande Fer desde ese lugar que todo el mundo elige de vacaciones....llamado San Severo je!!